Organización curricular: Habilidades de la asignatura Historia, Geografía y Ciencias Sociales

Organización curricular

Habilidades

Los Objetivos de Aprendizaje de Historia, Geografía y Ciencias Sociales contemplan las siguientes habilidades propias de las disciplinas que conforman esta asignatura: pensamiento temporal y espacial; análisis y trabajo con fuentes; pensamiento crítico; y comunicación. Son valiosas herramientas cognitivas, necesarias para comprender los contenidos estudiados y para adquirir conocimientos en otras áreas y en diferentes contextos de la vida. Este conjunto de habilidades contribuye a que los alumnos puedan tomar decisiones de una manera responsable e informada, y a que desarrollen el pensamiento crítico y la capacidad de resolución de problemas. Constituyen el fundamento para la formación del pensamiento histórico y geográfico y sobre ellas se construye la comprensión de los métodos de investigación de las Ciencias Sociales.

Pensamiento temporal y espacial

El tiempo constituye una categoría cognitiva fundamental para el desarrollo del pensamiento. Se busca que los estudiantes desarrollen progresivamente las habilidades vinculadas a la aprehensión temporal y a la aplicación de los conceptos de tiempo y de espacio, para que puedan orientarse, contextualizar, ubicar y comprender los procesos y acontecimientos estudiados y aquellos relacionados con su propia vida. 

En los primeros niveles se sientan las bases para la comprensión del tiempo cronológico, prerrequisito para la comprensión gradual del tiempo histórico. Los estudiantes aprenderán el significado y el uso de conceptos temporales y sistemas de medición convencional (como década, generación, siglo, pasado, presente, simultaneidad, continuidad y cambio, entre otros). A medida que progresan, serán capaces de ubicarse cronológicamente, de distinguir períodos históricos y de reconocer elementos de continuidad y de cambio entre pasado y presente, y entre distintos períodos históricos. 

La ubicación espacial se compone de habilidades prácticas e intelectuales que son necesarias para estudiar y entender el territorio. En los primeros niveles, se espera que aprendan a ubicarse en el espacio, utilizando diversos conceptos, categorías y recursos. También se pretende que usen mapas y otros recursos geográficos, y que se sirvan de ellos para obtener información y comunicar resultados. Estudiar fenómenos por medio de estos recursos permite que el alumno observe patrones y asociaciones en el territorio y comprenda la dimensión espacial de esos fenómenos.

Análisis y trabajo con fuentes 

La utilización de diversas fuentes de información, escritas y no escritas, constituye un elemento central en la metodología de las Ciencias Sociales que conforman la asignatura, puesto que el ser humano reconstruye la historia de las sociedades a partir de esas fuentes. En este sentido, el proceso de aprendizaje requiere que los estudiantes trabajen activamente a partir de ellas, sean dadas por el docente o seleccionadas por el propio alumno en sus indagaciones; eso le permitirá obtener información relevante, formularse preguntas, establecer relaciones, elaborar conclusiones y resolver problemas. 

Se pretende que el estudiante desarrolle paulatinamente la capacidad de evaluar las fuentes a las que se enfrenta (en el ciclo siguiente se profundiza este desafío); de ese modo, se aproximará a los métodos de la Historia, la Geografía y las Ciencias Sociales.

 En este ciclo comienzan a desarrollarse las habilidades relacionadas con la investigación de manera más explícita y formal, especialmente a partir de quinto básico. Bajo esta perspectiva, se espera que los contenidos abordados a lo largo de la enseñanza básica despierten la curiosidad de los estudiantes y los motiven a formularse preguntas y a buscar respuestas de manera autónoma. Para ello, se busca que sean capaces de conocer y experimentar los pasos propios de una investigación; es decir, que empiecen a sistematizar los diversos aspectos implicados en el proceso de buscar respuestas a determinadas preguntas.