Mi día de suerte

“Cuando un cerdito toca la puerta del señor Zorro por equivocación, este no puede creer su buena suerte. ¡No todos los días aparece la comida en la propia puerta! Pero ¿no tendrá razón el cerdito en que debería bañarlo antes de comérselo? ¿Y no será mejor engordarlo un poco también? Preparar su comida resultará un gran trabajo, pero el zorro cree que vale la pena. ¿O acaso esta vez su comida ha resultado ser mucho más inteligente de lo que parece? Esta es una historia que trabaja de forma irónica la tradicional relación entre los cerditos y sus predadores, mostrando de qué modo no siempre es el pez grande el que se come al pequeño, si el pequeño sabe usar su astucia.”