La promoción escolar debe comprenderse como un proceso pedagógico deliberativo que pone al centro de la discusión y la toma de decisión, las trayectorias educativas de las y los estudiantes, reconociendo su diversidad y múltiples factores que inciden en el aprendizaje. En ese sentido, el proceso de promoción escolar no debe reducirse a un proceso de certificación de aprendizajes o acto administrativo, sino que se debe considerar como una oportunidad para planificar procesos de acompañamiento para todas y todos los estudiantes que lo requieran, abordando de manera integral los factores que influyen en el aprendizaje. En el marco del Decreto N°67/2018, este proceso se orienta por el análisis contextualizado de evidencias de aprendizaje, el juicio profesional docente y el trabajo colaborativo entre los distintos actores educativos.
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