Pajaritos en la cabeza

Enunciado

Pajaritos en la cabeza

Roberto no era un niño muy limpio que digamos. Y, la verdad, es que sus padres siempre estaban muy ocupados en cosas importantes. Cada día su mamá, al salir apurada a su trabajo, le recordaba:

-¡Roberto! Báñate tú solito, ya eres grande y puedes hacerlo. ¡Ah! Y no te olvides de lavarte muy bien la cabeza.

-Sí, mamá -, respondía el niño.

Entonces Roberto entraba al baño y echaba a correr el agua de la ducha, mojando el piso y la toalla para que pareciera que se había bañado.

Su papá, mientras tanto, tomaba el desayuno leyendo su periódico preferido. A veces escuchaba -y otras no- correr el agua de la ducha. Y, por la noche, la mamá de Roberto le preguntaba al papá:

-¿Se bañó el niño?

El papá asentía con un movimiento de cabeza, pues estaba muy ocupado mirando las importantes noticias en la televisión.

Y la mamá se quedaba tranquila.

Otras veces era el papá quien al salir a su trabajo le decía:

-Roberto, báñate y acuérdate de lavarte muy bien la cabeza.

Su mamá, entre tanto, terminaba de arreglarse. A veces escuchaba -y otras no- correr el agua de la ducha. Y, por la noche, el papá le preguntaba a mamá:

-¿Se bañó el niño?

La mamá asentía con un movimiento de cabeza pensando en... ¡vaya a saber qué problema de su oficina!

Entonces el papá se quedaba tranquilo.

Y como nadie se aseguraba de que Roberto se hubiera bañado verdaderamente, ¿para qué hacerlo? De esta manera, las cosas cada día se iba acumulando, más polvo sobre su cabeza; pelusas, semillas, basuritas y cualquier cosa que cayera sobre su negro pelo enrulado, ya no volvía a salir de allí nunca más.

En verdad, a Roberto le pesaba un poco la cabeza, pero no era como para preocuparse.

Un día, sin embargo, las cosas comenzaron a complicarse, pues esa mañana, cuando abrió el agua de la ducha, algunas gotas mojaron el polvo que había sobre su cabeza y una de las semillas empezó a germinar. Echó raíces, un tallo, hojas… Y, poco a poco, un arbolito empezó a crecer sobre la cabeza del niño.

Por supuesto que ni la mamá ni el papá de Roberto se dieron cuenta de aquello. Y menos de los dos pajaritos que llegaron allí en busca de un lugar donde hacer su nido.

Adaptación de Schkolnik Saúl. Pajaritos en la cabeza (fragmento)

¿Qué hacía el padre de Roberto mientras desayunaba?

Alternativas

A) Veía televisión.

B) Leía el periódico.

C) Conversaba con Roberto.