El pergamino de la seducción

Enunciado

El pergamino de la seducción (fragmento)

Lo más extraordinario de mis semanas en el internado, luego de que se derrumbó el muro que me separaba del mundo de los adultos, fue darme cuenta de lo que la individualidad genuinamente significaba. Dentro del entorno de mi mente y mi cuerpo yo era reina y soberana y disfrutaba de la más absoluta libertad. Hasta entonces, la libertad para mí había sido un concepto más bien intangible, puesto que eran otros quienes tomaron decisiones en mi nombre. Ahora, sin embargo, la noción de libertad se me revelaba en todo su esplendor. A los demás podía parecerles que yo continuaba siendo la colegiala que iba con los libros bajo el brazo de un aula a la otra, pero en mi interior el paisaje era totalmente diferente. Por primera vez me percataba de la amplitud del horizonte de mis posibilidades y esta nueva conciencia traía aparejada la sensación física de respirar a todo pulmón y de ocupar más espacio sobre la tierra. Me fascinaba la idea de mi propia impenetrabilidad, de que nadie tuviese acceso al sonido de mi mundo interior. Me maravillaba la cantidad de información, opiniones, percepciones, ideas y proyectos que podía albergar sin que nadie sospechara cuánto se movía tras la estable fachada de mi rostro. La soledad a la que me obligaban mis secretos me parecía un precio irrisorio que pagar por la propiedad privada e inviolable de mi intimidad. En el salón de estudio, sostener sin inmutarme la mirada indagatoria de madre Luisa Magdalena era mi mayor reto. La monja tenía su intuición y aunque no se lo admitiera ni a sí misma, su delicada pantalla de radar le indicaba disturbios a mi alrededor.

Ella no podía dar la alarma, sin embargo, mientras yo continuara obteniendo buenas notas, cumpliera con mis deberes y no le ofreciera evidencias que justificaran su inquietud.Y yo ya logré recuperar el paso académico luego de trastabillar las primeras semanas del semestre. Me daba pena ver a madre Luisa Magdalena azorada por la distancia que crecía entre nosotras, pero yo no sabía qué otra cosa hacer para protegerme del poder que su cariño le confería sobre mí.

Belli G. El pergamino de la seducción (fragmento).

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Según el texto, luego que se derrumbara el muro que la separaba del mundo de los adultos, ¿de qué se dio cuenta la protagonista?

Alternativas

A) De lo encerrada y reprimida que se encontraba antes de entrar al internado.

B) Del valor de las experiencias que vivía por primera vez en el internado.

C) Del poder que tenía sobre ella la madre Luisa Magdalena.

D) Del verdadero significado de la individualidad.