El año de la ballena

Enunciado

El año de la ballena

"Daniela. Tengo que tomar aire para seguir escribiendo. Un día la vi. Digo la vi, pero no es una cosa de ojos. Es como que la vi igual que la noche de "Una lágrima negra", como de la noche me vino la luna, el sol, la vi y dije para mí: "Es la mujer más linda del mundo, se pasó, ¿dónde estaba antes?" y me dio una corriente en el cuerpo parecida a la de los ojos de Damián, pero yo sabía que esta vez no era lo mismo. Me vino un estremecimiento de timidez como los de Ramón multiplicado por ochocientos y una vergüenza como si todo el patio del liceo me estuviera mirando, al mismo tiempo que el coraje de Mel Gibson, el personaje, no el actor. Entiendo perfectamente la diferencia.

Daniela estaba arreglándose el pelo dentro de la capucha de su abrigo azul, así, castaño oscuro con los ojos iguales, castaños y la piel limpia, como la de los avisos de cremas y miró hacia el techo porque no se le arreglaba bien el peine o el elástico o la goma o lo que sea que se ponía para hacerse una cola de caballo. Cuando uno está así las palabras se van de la cabeza. Se te abre el corazón como jaula y quedas bobo. Durante un rato sin cerebro, el puro corazón que late.

- Ayúdame - me dijo.

No sé cómo hice para que no se me cayeran los cuadernos. El mundo se aceleró al mismo tiempo que se frenó totalmente. Todo sucedía a un ritmo vertiginoso pero también en cámara lenta, cuadro a cuadro. Dejé mis cosas en un banco en la sala y volví donde ella. Creo que le dije "espérame un rato", lo he olvidado, y puse mis dedos entre su pelo. No sé qué hizo con ellos pero la cola de caballo quedó perfecta. Olí su cuello. Nunca había olido el cuello de nadie, creo, desde que era un niño pequeño y me gustaba oler a mamá. Esto no tenía nada que ver.

- Eres un amor, gracias - me dijo.

Ahí creo que me enamoré por primera vez: es lo más parecido a que se te llene la cabeza de ideas o te metas en la música como en un remolino de mar o te pase la corriente eléctrica por el cuerpo y te creas un ángel o por lo menos un dios menor. Me sentí torpe, genial, idiota, maravilloso, perfecto, diminuto, todo al mismo tiempo. Y además sentí una profunda vergüenza de que se me notara".

Marco Antonio de la Parra El año de la ballena (fragmento).

¿Qué se puede deducir de la expresión: "no sé cómo hice para que no se me cayeran los cuadernos"?

Alternativas

A) La belleza de Daniela le impedía moverse con seguridad.

B) El amor por Daniela le impedía hacer cosas simples.

C) El enamoramiento le hacía sentir un malestar físico.

D) La rapidez con que reaccionó le hizo sentir inestable.