Entrevista a Ana María Matute

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Entrevista a Ana María Matute.

Ana María Matute (Barcelona, 1926) refleja en su rostro la multitud de historias "con sentimiento" que ha contado y que le gustaría seguir narrando mientras pueda.

Es escritora y académica: "el escritor es un ser solitario acompañado de sus fantasmas y obsesiones".

La escritora es la única mujer miembro de la Real Academia de la Lengua (le corresponde el sillón de la letra "k"), y la tercera que, en los tres siglos de vida de la institución, ha merecido tan alto reconocimiento.

¿Por qué escribe Ana María Matute?

Porque es una actividad solitaria. El escritor es un ser solitario que vive acompañado de sus fantasmas y de sus obsesiones. Escribir es una aventura que se realiza en solitario, como la del lector. En mi caso, cuando escribo me enfrento con el libro: o acabo con el libro o acaba él conmigo. Mientras dura esa titánica lucha cuerpo a cuerpo, yo no pienso cuántos lectores voy a tener. Solo pienso en el libro, en lo que quiero contar o explicar. Mis libros se resumen en una pregunta o en una duda. Con que haya una persona que te lea y que dude contigo, ya es suficiente. Lo que me interesa es que alguien recoja mi llamada, aunque reconozco que lo bonito de escribir es que puedes llegar a infinidad de personas.

¿Qué papel juega la imaginación en la tarea y en la vida de una escritora?

La imaginación es fundamental, pero no solo para escribir. Lo es también para vivir. Hay que tener en cuenta que no es necesaria la misma clase de imaginación para cada libro, y cada escritor es un mundo diferente. Por otra parte, la palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante que tenemos los seres humanos.

¿Va mejorando en su opinión la posición de las mujeres en nuestra sociedad?

Ser mujer a la hora de escribir o de trabajar siempre es difícil. Por desgracia, la posición normal es que nos encontremos debajo del hombre. Bien es verdad que la situación está cambiando muchísimo, yo no me quejo; sin embargo, siempre hay cosillas, en una misma circunstancia; por ejemplo, laboral, normalmente se inclinará la balanza hacia el hombre. Lo triste es que todavía ocurra esto. Me duelen este tipo de cosas. Aunque también pienso que los jóvenes están cambiando para mejor.

El actual imperio de lo audiovisual y de las nuevas tecnologías de la información ¿está cambiando la literatura, el proceso de creación del escritor?

La literatura va transformándose ligeramente, pero el fondo sigue igual. Tomemos, por ejemplo, la novela Los hermanos Karamazov, de Dostoievski. Lo que importa en ella son los sentimientos, de lo que se habla es del ser humano, y por eso engancha la historia que se cuenta. La televisión e Internet juegan un relevante papel en nuestro mundo, pero si quieren situarse a la altura de la mejor literatura tendrán que trasmitir de modo más auténtico la vida y relaciones humanas. Lo que importa a las personas es el sentimiento: el odio, el amor, el ansia de poder, la envidia; eso todavía no ha cambiado y de ahí nacen las buenas historias. Yo escribí "Pequeño teatro" con 17 años, y la gente decía: "¿pero cómo una niña (porque entonces todavía se llevaban calcetines a esa edad) tiene ese desengaño de la vida, ese escepticismo ante el ser humano?", y era porque yo había leído mucho a Shakespeare, Cervantes, Dostoievski, los clásicos griegos.

¿Algún consejo para empezar a disfrutar con la lectura para leer?

¡Qué lean! Sobre todo, los jóvenes. Yo empecé a leer porque era tartamuda y se reían de mí las otras niñas, y también porque mi padre, que era un buen lector, tenía una biblioteca muy completa. Y mi madre también leía, con lo cual los libros constituían para mí algo natural, no los veía como algo raro.

¿El lenguaje oral es más importante que el escrito?

El lenguaje escrito es lo que queda. Pero es fundamental contar cuentos a los niños, mi tata vasco me narraba historias y más tarde me las leía, ahí empecé a descubrir el maravilloso mundo de los cuentos. Luego, yo me los volví a leer y me decía: cuando sea mayor quiero escribir, escribiré para vengarme de las personas mayores que nos amargan la vida.

Su discurso de entrada en la Academia de la Lengua lo tituló En el bosque. ¿Por qué?

De pequeña, en Mansilla de la Sierra, me escapaba al bosque y descubrí que era fascinante, que allí la oscuridad resplandece y que el vuelo de los pájaros escribe antiguas palabras donde han brotado todos los libros del mundo. Jamás había experimentado, ni volvería a experimentar en toda mi vida, una realidad más cercana, más viva. En el bosque puede ocurrir todo, lo más espantoso y lo más maravilloso, allí la vida se llena de espiritualidad, allí está el contraste entre la ferocidad y las figuras relucientes.

¿La fantasía se opone a la realidad?

La fantasía forma parte de la realidad, porque nuestros sueños, nuestros deseos y nuestra memoria son parte de la realidad. Por eso me resulta tan difícil desentrañar, separar la imaginación y la fantasía de las historias más realistas, porque el realismo no está exento de sueños y fabulaciones.


http://revista.consumer.es/web/es/20000401/entrevista/30511.php

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Según el texto, ¿qué importancia tiene Ana María Matute para las letras hispánicas?

Alternativas

A) Es una escritora nacida y criada en Barcelona.

B) Es la primera mujer que perteneció a la Real Academia de la Lengua.

C) Es la única mujer que, en la actualidad, forma parte de la Real Academia de la Lengua.

D) Es una escritora que, para escribir, se deja acompañar por sus fantasmas y obsesiones.