El regreso de los párvulos a la presencialidad es una oportunidad para revincularse con las familias, fortalecer la confianza y la comunicación con ellas, reforzando la idea de que las salas cuna, los jardines infantiles y las escuelas son espacios seguros, de protección y potenciadores del desarrollo, aprendizajes y bienestar para sus hijos/as, contribuyendo con esto a la asistencia, permanencia y los aprendizajes de niños y niñas.